El decano del Colegio, D. Jesús Sanmartín -que en este acto anunció su renuncia al cargo- nombró Colegiado de Honor 2007 a Severino García Vigón, presidente del Consejo de Administración del Grupo García Rodríguez Hermanos, de la FADE y de la Cámara de Comercio de Oviedo, ante un millar de personas.
Acto seguido, Ricardo San Marcos, secretario técnico del CEA, intervino haciendo un repaso a la evolución de nuestro Colegio en los últimos años. A continuación, un extracto de su discurso: “...una parte de lo que debe ser nuestra misión la constituye la consolidación de acciones que reviertan en beneficio de nuestro colectivo. En este sentido, el Colegio de Economistas ha avanzado sustancialmente en visibilidad dentro de la sociedad, en el afianzamiento de la posición de los economistas, en la regulación de la profesión, en la inserción en el mercado de trabajo de los compañeros más jóvenes y la mejora profesional de los economistas con experiencia, en el abanico de ventajas y servicios que ofrece al colectivo y en el desarrollo de formación de altísimo nivel, que es la que asegura y garantiza que el talento de nuestros economistas avance. Pero dentro de esa misión, la parte fundamental es la consolidación de las relaciones que nos hagan crecer, relaciones corporativas, pero sobre todo personales y profesionales entre colegiados, entre los economistas, que es lo que nos da la fuerza y que también ha mejorado mucho estos años gracias al perfeccionamiento en la comunicación interna y el uso de nuevas tecnologías, lo que ha permitido una mejor y mayor participación de los socios, y las actividades sociales de relación entre compañeros, que han puesto a su disposición una herramienta idónea para mantener y mejorar su red de contactos. Los grandes hitos de este apartado de actividades sociales son este acto del que hoy disfrutamos, que ya va por su novena edición, y el “acto homenaje a los 30 años de colegiación”, celebrado por primera vez en el primer semestre de este año con gran éxito.”
A continuación intervino nuestro decano, Jesús Sanmartín, quien desarrolló unas palabras emotivas y de despedida, ya que anunció públicamente su renuncia al cargo, que puso a disposición de la Junta de Gobierno del CEA. Su reciente nombramiento como presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), el mayor y más importante a nivel nacional, y la atención a su propio despacho profesional, acapararán a partir de ahora todas sus energías. En un discurso plagado de anécdotas, recordó especialmente sus comienzos al frente de la Junta de Gobierno: la gestación de un plan estratégico para la corporación, que aún hoy sigue vigente como guía de futuro y la puesta en marcha del postgrado en Materia Fiscal, del que fue impulsor, fueron algunas de sus menciones. Comentó también que el modelo de Colegio que había intentado desarrollar era el de un Colegio libre, sin ataduras, moderno, abierto a los colegiados y fuerte, tanto económicamente, como en ideas. Sus últimas palabras fueron de agradecimiento para sus compañeros en la Junta de Gobierno del Colegio y para el equipo de profesionales que trabajan en el CEA. Una larga ovación de los presentes siguió a la conclusión de su intervención.
Posteriormente se dio paso al nombramiento del galardón Colegiado de Honor 2007 en la persona de Severino García Vigón, economista que ostenta una más que brillante trayectoria profesional, la cual, unida a su innegable peso público, contribuye a dignificar y proyectar de forma positiva la profesión de Economista.
Tras la entrega del diploma conmemorativo por parte de Jesús Sanmartín, Severino García tomó la palabra para decir que esta distinción era especial y constituía un motivo de orgullo que hubiesen pensado en él sus propios compañeros del Colegio de Economistas. Apenas habló de sí mismo, pero sí hizo mención emotiva a todas aquellas personas que le habían marcado: sus padres realizando un gran esfuerzo para que pudiese estudiar en Madrid una carrera que entonces era nueva, sus profesores, entre los que se encontraron Fuentes Quintana, Velarde, Rojo o Fernández Pirla, que dejaron en él una profunda huella, como docentes y como personas y su familia, sus hijos y su mujer Carmen, a la cual, con permiso de los presentes nombró extraoficialmente “Colegiada de Honor” consorte. El apoyo de estos últimos, a los que reconoció haber robado tiempo para dedicarlo a su profesión, fue fundamental, dijo para llegar hasta donde ha llegado. Su intervención, llena de sentimiento, no dejó fuera a nuestro decano, de quien dijo que sentía su marcha, pero que la comprendía, agradeciéndole sus años al frente de la institución.
Tras la entrega de la mención a Severino García Vigón, se dio paso a la sesión musical, esta vez a cargo de la Big Band del Conservatorio Superior de Música de Oviedo, bajo la batuta del maestro Jesús Arévalo, que calentó el gélido ambiente de estas fechas haciendo reír y participar al público a lo largo de su espectáculo. La calidad de este conjunto fue muy comentada por los asistentes.